Introducción

¿A dónde se fue nuestra imaginación?


De niños tenemos una imaginación muy viva. Creamos mundos enteros en nuestros patios, nos convertimos en diferentes personajes y expresamos varios aspectos de nosotros mismos a lo largo del día. Sin embargo, el interés por la aventura y la exploración cambia a medida que crecemos y dedicamos la mayor parte de nuestra energía a preservar o proteger lo que creemos que somos o, peor aún, lo que creemos que tenemos que ser.


Dejamos de soñar despiertos. 


Oigo a la gente decir: "De niño tenía una imaginación muy viva", como si hubiera desaparecido. Pero la verdad es que No es así. Simplemente ha cambiado de enfoque. Como adultos, tenemos la imaginación más fuerte que existe: una imaginación tan vívida que produce respuestas fisiológicas en nuestro cuerpo en forma de estrés y ansiedad. Esa es una gran imaginación. Sólo imaginamos los peores resultados posibles. 


¿Y si pudiéramos utilizar nuestra imaginación para construir algo hermoso?



Complete and Continue